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La Cantera (Santa Fe)

EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL Y LA POLÍTICA EN LA ARGENTINA

Marcelo García
Presidente de FUA 1984-1987

Este tema fue una preocupación desde el nacimiento de la reforma universitaria. Revolviendo actas de los distintos congresos de FUA, ya sea de los informes preparatorios como de los documentos que surgieron de los congresos, si bien fueron circunstancias políticas muy distintas, se observa que esta tensión de la vinculación de la universidad, la sociedad, el Estado y particularmente el papel o el rol del movimiento estudiantil con el sistema político, es uno de los temas más fuertes que recorre y constituye la relación entre movimiento estudiantil y política en Argentina.

Sabemos que la reforma universitaria aparece cono una gran reforma académica, como una renovación de los contenidos, como una modernización de la educación, como una ampliación y democratización de sus claustros, y también con una gran vocación nacional y latinoamericana. Se tiende incluso a proyectos mayores que hacen a la vinculación con la política, la sociedad y fundamentalmente, con la cultura. Reclama para sí el espacio de la cultura, el espacio de lo Ideológico y trata de convertirse en referencia ideológica de distintos movimientos que hasta ese momento se venían dando en América Latina. Es decir, aparecían un movimiento obrero contestatario, la constitución de una pequeña burguesía de inmigrantes que disputaba espacios económicos en la sociedad argentina, y partidos que disputaban a los viejos partidos conservadores, como el anarquismo, el socialismo, el radicalismo impugnando la democracia restringida, buscando la ampliación de libertades.

Dentro del espacio de los partidos políticos en el plano político, de los sindicatos cuestionando la cuestión social, de los pequeños inmigrantes constituyendo una disputa en el terreno económico con la vieja oligarquía casi sin proyecto, aparece la Reforma reivindicando un espacio muy definido y muy claro, quizás el momento en el que el movimiento estudiantil supo definir, con más claridad, qué lugar ocupaba en esta relación con la política. Es decir, se vinculaba al movimiento obrero, se comprometía con la reivindicación de los contenidos de la educación hacia dentro, pero el lugar que quería ocupar en esta vinculación, era un espacio simbólico de constitución de entidades en el imaginario colectivo, no de guía, pero sí de referentes culturales, ideológicos y por lo tanto, con un gran peso político sobre ese horizonte político que se abría en los distintos actores que pugnaban por constituir una nueva Argentina en esa época.

Quiero destacar que quizás fue el momento de mayor claridad de ubicación del movimiento estudiantil que encontró, en vinculación con otros sectores al tratar de disputar el espacio de legitimación de las prácticas sociales, en la cultura, el lugar donde estas prácticas sociales se legitimaron, donde adquirieron sentido, validez, y donde además se puedo determinar lo verdadero o lo falso, lo justo o lo injusto. Este fue un lugar muy importante porque permitía esa calificación, ese poder de veto y esa orientación de las otras fuerzas que se resumieron en espacio más general, que fue el de las relaciones sociales.

Después del golpe del 30 y la persecución general sobre todo el espectro político, se mantienen latentes en el movimiento estudiantil, discusiones que se profundizan en la Re forma, en el interior de la universidad, en especializaciones alrededor del saber concreto y específico en, la reforma de esta universidad y por otro lado, se agregan nuevas ideas, al respecto de la participación, como es el tenia de los graduados que antes no existía.

No es un tema menor porque hace al futuro de toda una generación de reformistas que antes habían sido estudiantes y ocupaban roles protagónicos en la sociedad argentina, ya sea como profesores, como decanos, como líderes políticos. No es casual que apareciera en ese momento la discusión de la participación de los graduados en el co -gobierno de la universidad, que se va a concretar mucho más adelante pero que empieza a discutirse en la segunda parte de la década del 30. La matriz ideológica de este movimiento es situada muy claramente dentro de las corrientes del liberalismo, entendida como se entendía en todo el mundo, es decir, romo hereditario de los principios de la Revolución Francesa, de libertad, de igualdad, de solidaridad, quizás más identificado con las líneas jacobinas y roussonianas de la Revolución Francesa, y en la Argentina, como heredero de la tradición de los gestores de la Revolución de Mayo, herederos del pensamiento de Belgrano, de Moreno, de Castelli fundamentalmente, toda esta línea de pensamiento que seguía con la generación del 37 expuesta por Echeverría. Una tradición liberal radicalizada, incluso porque había distintos grupos: radicales, independientes, socialistas, trotskistas; es más, el comunismo se proclamaba heredero de esta tradición liberal y reivindicaba a Sarmiento y a la burguesía modernizante de la generación del S0, que había producido el paso de una economía del capitalismo tardío, casi feudal, a un capitalismo de una etapa ascendente como el que produjo esta generación del 80 en Argentina. Esta era la matriz más clara del movimiento estudiantil, de un liberalismo igualitarista; dentro del liberalismo estaban constituidos el Partido Socialista, el Partido Radical, la mayoría de los movimientos de las agrupaciones estudiantiles y también los anarquistas y primeras agrupaciones trotskistas que aparecieron en el país.

En el período del 45 al 55, la universidad fue fuertemente atacada por el peronismo por diversos motivos. Hubo un gran desencuentro político en lo que fue la interpretación de la modernización de la Argentina, una falta de interpretación, en la oposición política, al no comprender cuál había sido el período de sustitución de importaciones. Después de este período de sustitución de importaciones del año 30, período que paradójicamente fue conocido como la década infame, aparece el fenómeno peronista que produce una interpretación de esta situación, de esta constitución del Estado, de la aparición de una burguesía industrial producto de la sustitución de importaciones y de una clase obrera, producto del mismo proceso y de la inmigración del interior a la ciudad.

El movimiento estudiantil estaba ligado a las otras corrientes, al PDC, al socialismo, al comunismo, al radicalismo y como también estuvieron en la oposición a esto, hay que agregar la caracterización que se hacía del peronismo. Y teniendo tan cerca el ejemplo de Franco, de Mussolini, de Hitler, se lo satanizaba, se hace una combinación muy inmediata con estos movimientos. Pónganse Uds. en la cabeza de los dirigentes estudiantiles de esa época. La oposición queda relegada en el plano político, se constituye en emergente social, nuevos actores sociales, nueva mediación entre el Estado y la sociedad la democracia parlamentaria se quiebra si bien no había sido muy representativa, hay nuevas demandas que son agregadas y no pasan por el Parlamento, ni por el sistema político. El peronismo tiene un manejo muy autoritario, excluye a la oposición (Frondizi fue el primer opositor que habló por la radio) y está muy ausente la política de los partidos de la democracia parlamentaria. Ocupa todo el escenario social, movilizado totalmente, económicamente con un proyecto nuevo, con una serie de leyes que van a dar cuenta de la modernización de la sociedad, con un autoritarismo y una verticalización muy grande dentro del partido peronista, que hace que los diputados y los senadores sean un brazo del PE. Entonces, pierde significación, por un lado, la política y por otro, la oposición.

El movimiento estudiantil queda muy encerrado en la universidad, porque hace una férrea oposición. A pesar de ello, tiene vinculaciones con los partidos de la oposición que casi no tienen existencia; luego se va a constituir la Unión Democrática en la cual el movimiento estudiantil tuvo mucho que ver en la gestación, como articulador y aparte como bisagra de diálogo entre los partidos que no tenían mucho que ver, Pedro Uriburu, la UCRI, el PC. El movimiento estudiantil fue un poco el articulador de esto. El peronismo tuvo proyecto para muchas cosas, más allá de si fueron malos o buenos, pero para la universidad no los finco• esto liana que ver con su matriz ideológica; por otro lado, las personas que puso en la universidad representaban al nacionalismo católico, en las antípodas casi no solamente del movimiento estudiantil sino de los profesores de la época y hacía muy difícil el diálogo entre la universidad y el gobierno.... de todos modos, el movimiento estudiantil tiene mucho éxito al interior de la universidad, se fortalece, las asambleas son masivas, las movilizaciones también, se constituyen los centros de estudiantes, los congresos de FUA son muy ordenados, uno puede ver los informes preliminares de los centros de estudiantes, de las regionales, los de las juntas representativas de la FUA antes de cada congreso, los documentos de esa época son muy ricos y pese a la fuerza del peronismo, el movimiento estudiantil le hizo retroceder dos leyes, la restricción del ingreso que fue implantada en el 50, producto de las movilizaciones estudiantiles en el 53 la tiene que retirar; si bien por un lado estaba muy reducido a la universidad, estaba muy fuerte hacia dentro, había una gran diversidad de agrupaciones que convergían en los centros y por otro lado hizo casi muy difícil la implementación de lo que el peronismo quería para la universidad y por otro lado el peronismo no tenía muy claro que era lo que quería para la universidad, no lo podía cooptar como hizo con el movimiento obrero, no lo podía destruir y también el movimiento estudiantil junto con los profesores buscaron mecanismos en la famosa universidad de las sombras que habla José Luis Romero, de aquellas cátedras oficiales que se crearon, que se hicieron cátedras por afuera de lo que eran las cátedras oficiales y se mantuvo el pensamiento y una herencia y tradición democrática, progresista , por afuera ce los circuitos oficiales y todo esto hecho por el movimiento reformista. Acá la articulación con la sociedad fue muy difícil y no se hicieron realmente esfuerzos para comprender esa nueva realidad social y política, es más, se mantuvo una tarea de enfrentamiento con esa realidad.

Después del movimiento estudiantil que surge del 55 al 66, es un movimiento estudiantil muy fuerte que aparece precedido de otra organización y con mucha vía libre, a partir del reconocimiento que hace Aramburu de la autonomía universitaria y de la legalización plena de los centros de estudiantes y de la reivindicación de la reforma de la universidad, y aparecen también en el poder todas aquellas alianzas del movimiento estudiantil que después se entran a disputar entre ellas, qué va a pasar en el país con el peronismo, qué van a hacer con el desarrollo industrial y ahí empiezan otras complicaciones. En ese momento, el movimiento estudiantil sale a desafiar la privatización de la educación que implementa el ministro de Frondizi, grandes manifestaciones en todo el país, el famoso artículo 28, la Ley Domingorena y adquiere gran protagonismo hacia dentro de la universidad, hacia fuera también; es atravesado por distintas discusiones y por distintos momentos políticos que hacen muy particular y rico el análisis de este periodo, pero en principio diríamos que se plantea como relación fundamental la vinculación con el pueblo y el no haber comprendido la década anterior, esa nueva realidad cruzó traumáticamente a todas las agrupaciones del movimiento estudiantil y se plantearon distintos mecanismos casi de forma directa, automática para recuperar ese protagonismo de relación con el pueblo y de la cual se dan distintas respuestas que van desde conducir la vanguardia con la lucha armada para liberar al pueblo, hasta ir a trabajar a las villas, hasta relaciones con los sindicatos, hasta relación con el peronismo y hasta la mezcla de distintas ideologías en boga que se usaban para justificar esta nueva relación del movimiento estudiantil con el pueblo. Pero dentro de ello es también abandonada la teoría democrática, la democracia parlamentaria como vía de acceso al poder, y salvo un grupo de agrupaciones que constituían la UM, Franja Morada, la parte del Partido Socialista que se habían escindido en esa época en varios partidos, mantienen él núcleo de esta tradición liberal y democrática, pero el resto toma rumbos muy distintos que después los vamos a analizar.

Más que la vinculación con el sistema político lo que se plantea acá es la relación con el pueblo, con las masas, cómo se vincula el orden de las ideas con la realidad, el intelecto y el entendimiento con la sociedad, cómo se lleva adelante la extensión universitaria, cómo la ciencia solamente adquiere validez en función social y en función del compromiso político que se tenía, se politiza la ciencia, se ideologizan las acciones y una serie de herramientas que se dan particularmente ahí.

Conocen más o menos todos la historia de esa época, los presidentes de esa época son Estévez Boero, Carlos Ceballos, ...Tiefenberg, que fue presidente de la FUA por dos periodos, después Jaimovich y después viene la división del movimiento estudiantil en los 70, entre la FUA La Plata y la FUA Córdoba, la FUA Córdoba que era la reformista, !a más reivindicadora de la reforma del 18, que el presidente había sido del socialismo popular, el flaco Campero y después presidente de la FUA Freddy Storani y la FUA La Plata que es el peronismo más el MOR que era el partido comunista, en las universidades funda FUA La Plata, y Storani funda FUA Córdoba junto con el FAUDI y el partido socialista popular y agrupaciones independientes. En ese momento, también las discusiones son acerca de la salida democrática del país y acerca del nuevo periodo de legitimación que se había adquirido con el ingreso del peronismo al poder y de Cámpora en el gobierno donde algunos todavía seguían en una práctica de contestación al Estado y de esta FUA más allá de las diferencias en cuanto a algunos contenidos con respecto a los procedimientos de la universidad, se discutía mucho en cuanto a revisar todo lo hecho en los años 60 en función de que había una nueva legitimación política en el gobierno de esa época y había que plantear políticamente las salidas dentro de ese nuevo espacio que se había creado con el peronismo en el poder.

Conocen por otro lado, bien Uds., la dictadura militar que rompe con esta tradición; de todos, del año 73, 75, todo lo que se conoció como la Nueva Izquierda argentina, producto de los años 60, políticamente estaba muy agotada y con escasa representación y muy marginada de lo que eran los aparatos militares o armados que tenían pero como representación política, el hecho del peronismo en el gobierno y de canalizar distintas demandas sociales, políticas en esta nueva legitimidad democrática que se constituyó en el 73, hizo caer bastante en el aislamiento a todas estas agrupaciones que habían adquirido mucho vigor en la época anterior, el enfrentamiento a Onganía, a la dictadura militar, la de Levingston, Lanusse, etc. Quiero decir esto por distintas lecturas que se hacen por lo que fue el movimiento estudiantil de esa época, incluso al interior del propio movimiento estudiantil, era la Franja Morada, el MNR o el FAUDI los que conducían la mayor cantidad de federaciones universitarias, el FAUDI conducía en el noroeste, en Tucumán, la Franja en el litoral, La Plata estaba muy dividida, el MOR conducía la UBA y todas estas agrupaciones ya no tenían mucha repercusión en el movimiento estudiantil, ni hablar fuera de la universidad. Después en el año 75 con el decreto de aniquilar que firma Luder, incluso hasta esas agrupaciones armadas, habían sido exterminadas, de modo que el golpe militar en el 76 no tenía ninguna justificación de la que quisieron dar sobre eso porque tanto política como militarmente estaban derrotadas.

En el periodo de la dictadura, es parte del movimiento estudiantil producto de la represión, persecución, desaparición de toda actividad política, los partidos y las organizaciones sindicales prohibidos, las organizaciones estudiantiles declaradas ilegales y en esta es muy importante un libro por los ?0 años de !a dictadura, escrito por un cordobés, porque se sabe muy poco del movimiento estudiantil durante la dictadura, Carlos Tack da cuenta de tres momentos del radicalismo y lo hace a través de los tres movimientos internos del radicalismo, !o que era la línea Córdoba el balbinismo y renovación y cambio y dentro de esta última habla de la Coordinadora y de Franja Morada, y de las tres etapas que incluso fueron marcadas por Balbín durante la conducción del partido, que eran en el primer periodo del golpe militar, que fue de no consentimiento pero tampoco de oposición frontal y caracteriza cómo fue ese periodo del 76 al 78, en el 78 inaugura Balbín una confrontación fundamentalmente en el plano económico donde habla de la patria financiera, el plan de Martínez de Hoz y una oposición a la cuestión cultural fundamentalmente en la cuestión educativa. Son los dos ejes, esto es entre el 78 y el 80 y en el 80 una oposición frontal donde adquiere mayor protagonismo y dinamismo renovación y cambio con Alfonsín a la cabeza. Digo esto porque dentro del movimiento estudiantil, las actividades políticas fueron congeladas pero se mantenían latentes en 'unción de lo que habían sido las conducciones y los mandatos prorrogados de los centros de estudiantes, las federaciones regionales y de la FUA, tal es así que Freddy ya no era más el presidente, pero pasó a ser Marcelo Marcot, después el gallego Vázquez que estuvo hasta el 83 y la junta representativa seguía haciendo reuniones, también los, centros y las federaciones regionales, las actividades estaban reducidas a lo mínimo, cuestiones reivindicativas, cuestiones de campeonatos, algunas fiestas, celebraciones, homenajes a algún viejo como excusa para reunirse, alguna volanteada por ahí, etc.

La Franja Morada era dentro de todo esto, el único grupo que se había mantenido intacto, si bien eran muy pocos y la mayoría de ellos por lo menos en la primer época muy viejos y ya casi estaban a punto de recibirse en el año 76, o 77, ya estaban saliendo pero se mantiene y se empieza a generar una renovación de cuadros políticos dentro del año 76 al 83, lo que explica no únicamente eso, sino que explica porqué la Franja Morada aparece de pronto después de una veda y una represión política tan feroz, constituida en todo el país y cómo el movimiento estudiantil en poco tiempo es capaz de organizar tantos centros de estudiantes y cómo esto es en relación a toda una estructura que se mantuvo organizada, al menos en su estructura formal, con la prórroga de mandatos y con unos congresos que se hacían en la clandestinidad en relación a discutir y mantener.

Es interesante para desarrollar en otro momento, toda la discusión de ese momento, donde hay una discusión muy fuerte que termina de cerrarse, ni siquiera en la dictadura sino después, por el 85, 86, dentro del movimiento estudiantil, incluso dentro de la Franja, en relación de que esta generación que milita en la universidad entre el 76 y el 83 es un poco la generación bisagra de los pensamientos y de las corrientes ideológicas que venían de la década del 60 y la preparación para una época totalmente distinta que era dentro de la consolidación, constitución y profundización de la democracia como metas a ejercitar y desarrollar durante la etapa posterior. Ahí se da una revisión de los documentos, de las líneas de acción, etc., incluso una discusión que se da en forma muy precaria, por los elementos que se tenían a disposición, muchas de ellas eran intuiciones que luego se van a concretar, otras eran razones muy poco desarrolladas que después se van a profundizar y se trabajaba con lo poco que se tenía a mano y con lo que se tenía acceso. Por otro lado también es parte de contacto con toda una renovación del pensamiento no solamente en la Argentina, sino con el pensamiento internacional con gente que estaba en el exilio que empieza a llegar en el 79, 80 y que mantiene algún contacto con estas ideas que para nosotros eran nuevas y que en Europa a principios de los 70 habían tenido mucha fuerza alrededor de los partidos de la socialdemocracia europea, los Sartori, los de ..., etc., que lleva a un debate muy fuerte dentro de la Franja Morada y dentro del movimiento estudiantil.
Desde el 83 en adelante uds. lo conocen muy bien, pero lo que unificó al movimiento estudiantil en ese momento, aparte de todo el proceso de discusión muy larga sobre qué era el movimiento estudiantil, la FUA, quién entraba, quién no, quiénes eran los actores, cómo se reconocían a los que venían con mandato con prórroga, las nuevas elecciones, toda esa discusión, la vinculación del movimiento estudiantil con el sistema político en el 83 que fue de especial discusión y aparte tratando como de no cometer los errores del pasado, esto es hasta cómico, uno ve los documentos del movimiento estudiantil y cada quince años vuelven a decir lo mismo, no cometer los errores del pasado... y siempre se vuelve a repetir. Con este encabezamiento que empezaban las discusiones se ponen algunos acuerdos básicos alrededor de la universidad y lo que logra al comienzo es un gran consenso alrededor de la reforma, incluso la logran los grupos más ultras en ese momento, del peronismo de las distintas variantes, se consensúa la reforma con desde los montoneros, hasta las agrupaciones más de derecha que estaban dentro del peronismo, quizás no reivindicado con el título de reforma universitaria, pero en el año 82, 83 era muy difícil para una agrupación discutir la extensión universitaria, el co - gobierno universitario, los centros únicos, las federaciones únicas, la participación de los estudiantes, la renovación de los contenidos, mejorar la calidad para el servicio del pueblo, lo que eran los principios reformistas, más allá de que otros le ponían otro título, esto todos lo habían internalizado.

Hacia el interior, primero se produce un consenso con estos principios, y en segundo se salda una vieja discusión alrededor de lo que era la federación, la constelación de agrupaciones y lo que eran los centros se convergen en todos los centros de estudiantes, regionales y FUA, como expresiones únicas del movimiento estudiantil, donde hay una gran madurez de todo el movimiento estudiantil en comprender la necesidad de tener un centro único donde se puedan dirimir las diferencias, las divergencias, las pluralidades, cuáles eran los mecanismos para dirimirlos, ya sea la representación directa a través del voto, ya sea a través de congresos, de centros, de federaciones, etc., se sabía de esta gran diferencia, pero había una gran apuesta a no dejar intersticios en el enfrentamiento con la dictadura, que fue muy sangrienta, que dejó marcas muy profundas y hacía a una respuesta muy madura, que era la de defender los cena os de estudiantes y las federaciones como únicos organismos en donde dirimir !as diferencias y cada uno por su lado trataba de mejorar sus propias agrupaciones universitarias.

En la relación con el sistema político, primero fue de especial discusión pero también fue favorecido por diversas circunstancias: la organización que lideraba el movimiento estudiantil era la Franja Morada, el partido mayoritario en la sociedad era el radical al cual pertenecía la Franja, y esto salvaba muchas discusiones. Ya todo ese esfuerzo de ver dónde estaba el pueblo, qué votaba el pueblo, dónde estaba la mayoría, estaba salvado en la práctica, muy sencillamente a través de que el pueblo se había expresado mayoritariamente en las urnas por la misma corriente que gobernaba las universidades y que lideraba el movimiento estudiantil, entonces en la práctica esto se resolvía, más allá de las valoraciones del gobierno del momento, también había una gran coincidencia en los motivos que fundamentaban al gobierno de la época que era la reivindicación de los derechos humanos, la lucha contra la deuda externa, la profundización de la democracia, tratar de expresar y de abrir mayores espacios de participación en la sociedad argentina, y esto no era solamente compartido por la Franja sino que era muy difícil no compartirlo por distintas agrupaciones universitarias. Aparte un presidente que decía que no había que ser más los carapálidas de América del Sur, que dentro de todos los problemas económicos y sociales que tenía la Argentina, se atrevía a decir entre medio de todo eso y la responsabilidad de gobierno que la mayor aventura del hombre era la búsqueda de la verdad, y decir esto dentro del espacio del movimiento estudiantil, dentro del espacio de la intelectualidad, de la inteligencia, eran cuestiones muy fuertes y muy pesadas de contestar y de estar en contra.

Quisiera volver a algunos aspectos que hubo respecto de un gran desencuentro que hubo en la Argentina que no es solamente atribuible al movimiento estudiantil, el movimiento estudiantil y juvenil de la época que en muchos casos era sostenido por el movimiento estudiantil, reprodujo y acentuó ese problema que había en la Argentina en cuanto a la construcción de la democracia, en cuanto a la salida política. Por un lado la situación política de los años 60 y hacer un análisis de porqué se llega a esa situación política y por otro lado hacer un análisis de los núcleos biológicos muy fuertes que operaban reforzando esa misma situación política.

El problema de los años 60 era la legitimación de un espacio político, la política estaba desaparecida, había crisis de representación, crisis del sistema político y esto se debía a varias cosas: había crisis de legitimidad, nadie creía en la política, nadie creía que se podía canalizar a través de los partidos políticos, entonces se daban gobierno débiles como los de Frondizi o Illia, o se trataba de buscar una salida como la de Onganía que establecía una articulación entre el Estado y la sociedad a través del sistema de corporaciones, pero no aparecía con fuerza una salida que pudiera fortalecer la democracia parlamentaria y la representación y la agregación de intereses en los partidos políticos. Si bien se expresó con toda fuerza en los años 60, esto tiene su explicación más atrás: las mayorías en la Argentina se sabotearon entre sí las reglas del juego político y no fueron capaces de establecer entre ellas competencias de juego, las reglas que regían esta competencia por la disputa del poder en la Argentina. El peronismo anuló la oposición, era una democracia parlamentaria que no existía, los diputados votaban lo que decía Perón, los nuevos intereses sociales se representaban a través de actores que se vinculaban con el Estado de una manera corporativa y autoritaria, y paradójicamente, los que impugnaban por no haber una democracia parlamentaria, libertades, la salida que daban al régimen peronista, era la del golpe de Estado y apoyaban y se vinculaban con los militares para dar el golpe del 55. El peronismo vacía su propio partido, termina coptando los otros partidos, elimina a los sindicatos como contestación independiente y anula la oposición, reformula el régimen electoral, a través de operaciones propagandísticas, de represión política, y hasta de reformas electorales y ocupa todo el espacio, los que no eran peronistas, estaban contra la nación, lo que hace que el peronismo se plantee como una totalidad que no admitía la pluralidad y la competencia política. Entre medio de estas dos mayorías que había en el país, se constituye una tercer fuerza, que era el juez que decidía y establecía qué era lo justo, lo injusto, lo verdadero y lo falso en la política argentina, el árbitro en esta competencia que eran las FFAA, entonces no solamente que anulaban la posibilidad de una salida política, sino que se estatuían a un actor mucho más autoritario v con mucha más capacidad de anular la posibilidad de una salida política.

Entonces tenemos al peronismo proscripto que a su vez no había hecho nada por establecer una democracia participativa y representativa, la oposición que tenía esta de manda de democracia participativa pero que no le convenía y buscaba la salida por el golpe de estado y en tercer lugar, las FFAA como reguladores y jueces y árbitros de este proceso; y en este escenario aparece la Nueva Izquierda, aparece la juventud que venía de toda una tradición de lucha con el peronismo, por otro lado de una gran lucha en la reforma universitaria, vinculados a experiencias y nuevas ideas y en vez de buscar una salida política, de constituirse como una entidad superadora de las trampas que funcionaban en la sociedad argentina, cae en la misma trampa profundizándola.

Acá empiezan a actuar los distintos dispositivos ideológicos que justifican y refuerzan esta falta de salida política, significa dar cuenta de que hay una sociedad, de que la sociedad tiene relaciones como tal, significa que se constituye un espacio donde la sociedad puede dirimir sus conflictos, significa tener un espacio determinado y específico donde esto se regule, que tenga legitimidad y consenso, y donde la pluralidad de intereses, se pueda canalizar y donde los distintos intereses puedan encontrar una identidad y una representación, entonces niegan la política y dicen que la política es formal, que es burguesa, que lo que hay es una sociedad de explotadores y explotados, que lo que hay es el imperialismo que a través de la teoría de la dependencia subyugan la nación y que la política y la democracia parlamentaria es solo un engaña pichanga, solo una cuestión formal, que pone un velo sobre las verdaderas cuestiones de poder que hay en la sociedad, que actúan como amortiguadores de conflictos sociales; entonces reniegan de la política a partir de esta afirmación, dejan la política de lado y en vez de constituirse en entidad superadora de la sociedad que le había sido delegada, actúan como subproducto y como reflejo último y de esa trampa que los actores políticos habían establecido hasta ese momento.

La Nueva Izquierda que trató de constituirse como novedosa como salida a los argentinos en los años 60, no hacía más que reproducir los mismos vicios de otros años que había establecido la sociedad en años anteriores. Y reñida de la política, lo dice explícitamente, nosotros no creemos en la democracia parlamentaria, creemos que hay relaciones de explotador y explotado, hay relaciones del pueblo y el antipueblo, que es nación y antinación que es la lógica del enemigo, una lógica que dista mucho de lo que puede ser establecer el campo de lo político en el sentido de que la política es competencia, es resistencia y negociación y es una dialéctica renovada de resistencia, negociación y oposición, es un proceso permanente de relaciones sociales que atraviesa toda la sociedad, que trata de encauzar y procesar los distintos conflictos. Y después distintos dispositivos, que algunos de ellos podían tener razón o peso propio, pero ocurren dos cosas con esto: primero que se absolutiza y segundo que se los totaliza.

Las clases existen en la argentina, tienen intereses contradictorios, tienen su anclaje en las relaciones productivas y sociales, tienen espacios, imaginarios e identificaciones culturales muy claras, pero de ahí a decir que el motor y la determinación de todo el movimiento histórico es a partir exclusivamente de la lucha de clases es desconocer toda una serie de análisis muy particulares y muy extensos en relación a cómo funciona la sociedad, es decir, se dan situaciones muy primitivas y muy sesgadas en relación a cómo es la sociedad. El otro tema es en relación al poder, como extensión de este mismo razonamiento que la política y la representación de los partidos era solamente un engaño que cubría las relaciones de dominación y de explotación, también se decía que había un lugar muy central en donde ese sector que dominaba y ejercía su hegemonía se situaba en un punto muy claro, concentrado del poder y que era en el Estado.

Entonces a partir de ahí se cortaba otra posibilidad de instaurar la política en la Argentina que era el de reconocer que entre el Estado y la sociedad, hay una serie de mediaciones, funciones y articulaciones y a su vez las relaciones de poder, el poder no es un objeto, el poder es una relación; y estas cosas que hoy parecen tan obvias, en ese momento, parecían no verse, se daban con afirmaciones muy categóricas y hasta se daba la vida por esas cosas.

El tema de que el poder era un objeto, un objeto a alcanzar, instalado en el Estado, entonces a través de un procedimiento que era la toma de conciencia por parte de todo el pueblo en `unción de logra una relación de fuerzas, que permitía acceder a ese objeto de poder desde el Estado, desde ahí cambiaban las relaciones de poder en la Argentina para producir una Argentina como se quisiera, pero esta era la intención, y no entender que el poder es una relación donde median relaciones sociales, de producción, personales, en donde este poder circula, se reproduce y se constituye y se legitima periódicamente en toda la sociedad. Si bien hay espacios institucionales más fuertes donde el poder se ejerce, el poder es una relación, no es un objeto.

Entonces estos son los distintos núcleos, la teoría del poder como objeto y no como relación, la política era un velo que oscurecía las verdaderas relaciones de explotación, de dominación en la sociedad, y el otro tema es la relación de ver la lógica de la política en una relación de amigo-enemigo. Y acá hay varias confusiones: en primer lugar, Mari cuando hace El Capital y hace una crítica al capitalismo, tiene dos partes, hay una descripción de cómo funciona el capital, es un marco descriptivo, cómo se constituye, cómo se reproduce, cómo son las partes, la acumulación, cómo circula este capital, hay un trabajo social en la generación del capital y una apropiación privada del mismo, cómo se ejerce la dominación, etc. Y por otro lado, hay un mensaje más de índole moral que político como en una lectura de esta situación que llama a todos los proletarios del mundo a constituir una reversión de este sistema que los perjudica.

Esto es lo que establece como primer gran aporte, de una manera muy inteligente v Engels, a la ciencia política, a la sociología, es la descripción de cómo funciona el capital. Y habla de las contradicciones, sobre todo Engels, sobre el tema de la afirmación, negación y síntesis, el movimiento de las ideas que van produciendo síntesis y explicando, esto que era el idealismo, la contradicción ideal, Engels la transforma en la contradicción del materialismo histórico. Esto era lo que generaba el motor de las ideas, de la historia y demás. Pero, esto se lleva después al terreno político y se transforma en categorías como lo que era contradictorio y capaz que uno pudo observar y no puede dejar de lado de que en todo conflicto hay una parte que defiende determinados intereses y otra que defiende lo suyo, también en esa relación la que defiende sus intereses, perjudica a una parte y la que perjudica trata de establecer una competencia con el otro en función de desplazarlo y en ese desplazamiento puede obtener otras cosas y otras cosas no.

Se crea la categoría del enemigo, y este tema de la contradicción que establecía Marx en El Capital es llevado a categoría política en un traspaso sin mediaciones, en la cual el enemigo es al que hay que derrotar, al enemigo no se le reconocen derechos, y solamente se le habla desde la razón y desde la verdad, son discursos ante en el género literario escrito en forma muy soberbia, las proclamas llenas de místicas, llenas de lugares de afirmación de la verdad y en los cuales decae mucho la reflexión y el análisis porque cuando uno parte de la verdad y se para en verdad, no va a medir los detalles, todos las acciones y todos los pensamientos van a entrar a justificar algo. Es decir, se parte ya de que algo es de determinada manea, no se lo discute, se le da una categoría de dogma y todos los otros pensamientos por más agudos que sean, solamente son justificativo de algo que ya se sabe que se va a llegar.

Había todo un mecanismo de discusión y de reflexión que operaba sobre criterios de verdad, y los criterios de verdad siempre son criterios de exclusión y de verdad absoluta entonces esto también operaba como dispositivos de hablar desde la verdad y desde la razón, sin admitir interpelaciones en el discurso, y ahí se pierden los matices, se pierde la pluralidad, se pierde el reconocimiento del otro. Esta tampoco es una operación que se realiza de un día para el otro, hay todo un ejercicio, un reforzamiento de esta idea y de las prácticas que la van constituyendo. El otro dispositivo que se da también es el del tema del pueblo y de la burguesía donde hay dos operaciones: una política y una ideológica: el movimiento juvenil y dentro de ello el movimiento estudiantil en la Argentina, producto de sus desencuentros con el pueblo y demás empieza a hacer toda una reinterpretación del peronismo y empieza toda una operación intelectual de inocentización del pueblo, todos los intelectuales que antes habían excluido al peronismo, a Perón y al pueblo, lo habían combatido totalmente, empieza la famosa discusión entre Borges y Sábato, donde Borges dice que las cuestiones éticas no son cuestiones estadísticas, por lo tanto un régimen es abominable por no importa cuántos lo hayan apoyado, no importa si son cinco, diez mil, el régimen es abominable por más apoyo que reciba, entonces la estadística no puede argumentarse en favor de la ética.
Sábato que es muy buen escritor, pero en las opiniones políticas en ese momento empieza dos operaciones que tienen que ver con la raíz sartriana de su pensamiento, un pensamiento apocalíptico, antiintelectual paradójicamente, donde dice que las ideas no sirven para nada, que es hora de la acción, esta ponderación de la acción es otro núcleo o dispositivo de la época, pero Sábalo en ese momento hace una separación: Perón en ese momento era esto, lo otro, bla bla bla, todas las plagas del mundo satanizaban a Perón y a la joven Eva Perón, pero el pueblo era inocente, porque el pueblo era el que sufría, le habían reconocido cosas, y comenzaba toda una operación de reacomodamiento del peronismo, pero lo que en realidad había no era el entendimiento de toda esa realidad social del peronismo, jugaba un proceso como de culpa y de expiación de una culpa de no haber comprendido y enfrentado al peronismo y por otro lado trataban de automáticamente zanjar todo un proceso de relación de los intelectuales con el pueblo, entonces la izquierda decía el pueblo es peronista, Perón es malo, entonces uno tendrá que recuperar a ese pueblo y ahí quedaban dos alternativas o trabajar dentro del peronismo para tratar de hacer y llevar adelante las limitaciones o se lo hacía desde afuera separando lo que era el pueblo peronista y Perón.

No se puede hacer una separación tan arbitraria de un fenómeno que es complejo y adquiere identidad en función de esa relación, no es explicable Perón por un lado y el pueblo peronista por otro, tampoco los sindicatos por un lado y los dirigentes por el otro, es el mismo fenómeno con sus cosas buenas y malas, justas e injustas. Entonces se empieza, a pervertirse la discusión, en donde distintos dispositivos van reforzando toda una trampa en la caracterización de lo que era el pueblo argentino y también decía Sartre que el pueblo no importa dónde esté ni qué forma política tenga, pero el pueblo viene a ser como una especie de esencia, de naturaleza, como pueden ser los árboles, el río, el pueblo era histórico, el mismo pueblo que había ido a la plaza el 25 de mayo, el mismo pueblo que había apoyado a Rosas, el mismo pueblo que había estado en la revolución del parque, el que había votado a Yrigoyen, el que estuvo en la plaza el 17 de octubre, y el que había hecho el cordobazo.

Hoy no puede parecer ridículo esto, hay condiciones históricas, sociales, acontecimientos mundiales, cuestiones generacionales, cómo carajo puede ser el mismo pueblo, y se hablaba de la constitución de un ser nacional como una esencia, era como un espíritu inmodificable, un espíritu que recorría la historia argentina y que los intelectuales lo único que tenían que hacer era descubrir la verdad e interpretar y guiar a ese pueblo, era una cosa muy religiosa. Hay una verdad ya establecida que es la que puso Dios cuando creó a todo el mundo, entonces la función del conocimiento, cuál es? es construir la verdad?, es una relación que tiene que ver con la ciencia o es una revelación? la verdad es una revelación porque la verdad ya está dada, la puso el creador en todos nosotros, hago referencia a este proceso de conocimiento de la realidad porque esta discusión de qué es la verdad y qué es la realidad, qué son los intelectuales y qué es el pueblo, tiene que ver con cómo se conoce y cómo se construye el conocimiento. Entonces la realidad está, y sabemos que la realidad es tanto material como simbólica y las construcciones simbólicas tienen hasta más peso que las reales y sino pregúntenle a Perón, pero esta misma gente estableció un proceso y este otro dispositivo ideológico muy fuerte que a pesar del tiempo pasado y de haberse escrito desde epistemología, la psicología, la pedagogía, el conductivismo, de cómo son los procesos de conocimiento, se decía que hay un pueblo en forma natural, hay una verdad que ya está dada y los intelectuales lo único que tienen que hacer es develarla y entre la relación del sujeto que conocen y la realidad a conocer, se interponen todas las operaciones formales de los políticos burgueses que tratan de mediar con eso.
Discurso muy atractivo, pero que develaba una deficiencia gnoseológica tremenda y un desgarramiento muy grande; y esto tenía también sus consecuencias, porque después se sabe, la realidad y la verdad no son únicas, sino que uno construye su relación con la realidad y sus propias verdades y en esto hay desde autojustificación hasta parámetros más o menos lógicos donde se pueda decidir, aparte la verdad tiene que ver ron desde dónde se la dice, cómo la dice, quién la dice, no hay una única verdad. Y esto lleva a otro dispositivo, cada cosa reforzaba lo anterior, que es que cualquiera podía hablar en representación del pueblo, yo interpreto al pueblo y nosotros interpretamos al pueblo, nosotros somos la conciencia que ilumina al pueblo y demás. Y desde el punto de vista político, se hace una operación: hay un fracaso en la Argentina desde el punto de vista político, la economía había llegado a un punto donde no podía superar determinada barrera de crecimiento que se determinaba por los balances de pago, pero se la culpaba a la burguesía argentina de no ser una burguesía nacional y que no estaba dispuesta a llevar adelante este proceso de superación del capitalismo, utilizando un léxico marxista decían que las relaciones de producción no podían liberarse en función de que la burguesía argentina era parasitaria, no era dinámica, no era empresaria, no era arriesgada. Entonces quedaba afuera el modelo de la burguesía como organizadora y como conducción junto con los partidos políticos de un proyecto nacional.

Con respecto al pueblo, decía que el pueblo era muy bueno, era sufrido, era oprimido, era perseguido, le pagaban poco, no le reconocían las vacaciones, pero decía que por otro lado, el pueblo estaba engañado, que no tenía conciencia, que había una etapa en la cual ellos iban a luchar para llevar adelante esa conciencia del pueblo. Entonces hacían desaparecer a los actores de la burguesía como actores políticos y al pueblo como actor político se constituían como los actores protagónicos por excelencia, los protagónicos y los centrales en un proceso de construcción política en la Argentina, de reconstitución del sistema de la nación, de la sociedad argentina, organización del sistema político, y organización del sistema económico. Todo eso, la clase intelectual o revolucionaria, en la sociedad argentina, se constituía como el único protagónico, no lo decía expresamente pero al decir que descalificaba como actor a la burguesía, descalificaba al pueblo porque no estaba preparado y no tenía conciencia y era engañada con respecto a las condiciones de producción a las que estaba sometida y la domesticaban. Y esto era reforzado por dos teorías más que acudían y tomaban prestada: que es la del foquismo y la del voluntarismo. La del foquismo que venía de ...., un intelectual francés que participa en la revolución cubana, muy amigo del Che Guevara, diciendo cosas como que el clima de Latinoamérica favorecía la revolución, todas esas cosas y decía, como buen francés formado en el racionalismo cartesiano no tenía pudor en mantener su razón, que el pueblo no estaba capacitado para llevar adelante un proceso de transformación, por su escaso poder de organización, por su escaso aprendizaje y formación política, por su escasa formación, quizás un diagnóstico no equivocado, los sectores burgueses estaban comprometidos con el imperialismo entonces los únicos sectores dinámicos de la sociedad eran los sectores intelectuales, no cualquier intelectual sino el intelectual comprometido, el intelectual político, el que estaba con las causas justas, era en función de eso y así había sido en la elite y en la función del partido comunista, entonces dice que la única manera de lograr esto es constituir élites y focos y ahí establece la cuestión del foco concentrado y produciendo la unidad contra un foco concentrado de poder, del cual se van a derivar después la lucha de aparatos, de organización, ese foco tiene la claridad por lo tanto hay relaciones de subordinación, de verticalidad y demás. Y por otro lado, el voluntarismo del Che Guevara que decía que era una cuestión de voluntad, de huevos, de decisión, de coraje, de organización para enfrentara un enemigo tan feroz, y lo pagó con su vida, se fue a un lugar donde no había ni condiciones objetivas, ni subjetivas, ni sociales, ni económicas, ni culturales para hacer una revolución, y murió en soledad en Bolivia y creía que en soledad y generando una cuestión de identificación mística iba a hacer la revolución.

Todos sabemos también que la política tiene su autonomía sobre las distintas relaciones y determinaciones históricas, condiciones de producción y demás, sino caeríamos en un determinismo que también fue otro dispositivo y núcleo muy fuerte en la época, digo que la política se autonomiza de estas cosas, yo estoy bastante alejado de lo que son los pensamientos estructurales, análisis de estructuras y superestructuras, digo que siempre hay un margen de libertad y de autonomía en las relaciones humanas y que estas relaciones se modifican y que hay un margen de voluntad siempre que tiene que ver con la libertad del hombre para crear y modificar ciertas cosas. Ahora, reconocer esto y decir que con la voluntad y la decisión se pueden hacer ciertas cosas, desconociendo todas otras más, hay una gran distancia.

El otro tema es la cuestión de estructura y superestructura y que tiene que ver con el tema del engaño y la democracia formal y la parlamentaria. Se establecía que había una estructura de producción, sobre esa estructura se constituían las relaciones sociales que se organizaban en función de esas relaciones económicas, la vida de la industria, la vida de la Familia, estas relaciones sociales creaban a su vez justificaciones que las reforzaban y había una realidad que eran las relaciones económicas y sociales y una superestructura que eran las relaciones culturales y políticas que eran como un reflejo de esa infraestructura.

Esto tiene dos problemas: uno es el excesivo determinismo y el otro es que creo que es falso, creo que en las relaciones sociales y las de producción y las relaciones entre los hombres, se influyen y se determinan unas a otras y no sé cuáles son más fuertes en cada una, por lo que decíamos hoy en relación al conocimiento, no es que haya una realidad y sobre ella se edifiquen los valores simbólicos, los culturales y los procesos de conocimiento; a veces los valores simbólicos ... son más reales que la realidad, en función de que no hay una y otra realidad, lo simbólico tiene su peso propio, el imaginario colectivo por ejemplo, no importa algunas cosas si son reales o no, si operan como reales. Por ejemplo, en la juventud peronista de los años 70, Perón era revolucionario; nosotros podemos decir que eso no es real, es un viejo general populista y en estos tres adjetivos marcamos una distancia de lo que puede ser una revolución: que era viejo, que era general y que era populista, pero sin embargo operaba, no importa si era cierto o no, al interior, despertaba adhesiones, creaba protagonismo político, fuerzas, entonces no importa si era real o no real, era simbólico, pero este simbolismo tenía más fuerza que muchas cosas reales, lo que quiero decir entonces es que se ha escrito mucho sobre la mediación simbólica, sobre la comunicación, la epistemología, el psicoanálisis, hay toda una discusión muy larga, pero en principio, se han quebrado las explicaciones estructurales de que se crean relaciones que son reflejo de una estructura que la determina y entonces no solamente determinaba lo simbólico y lo cultural sino que el sistema político era un reflejo de las relaciones de producción que a su vez reproducían las mismas condiciones de producción y sabemos que no es así, que los políticos tienen su autonomía y que pueden cambiar o modificar o agravar en su caso, las mismas relaciones de producción. Entonces se decía que lo político era mentiroso, que no servía, que oscurecía las relaciones de dominación y demás.

Entonces con todo esto dicho, se va construyendo toda una trama cultural, lecturas renovadas y muy distintas que se daban, porque eran contribuciones que venían de la Iglesia en su renovación con Juan XXIII, las encíclicas, el congreso de Medellín, la teoría de la liberación, que tenían raíces culturales y raíces muy concretas... La legitimidad, el consenso y espacios políticos, son el objetivo de la tarea política permanente. Mientras haya juventudes como la Franja u otras, acompañando este proceso, es muy difícil que logre instalarse, aparte por todas las prácticas que hay acumuladas, porque es mucho el peso específico que la Franja tiene en base a algo que nace. Aparte de las razones que han existido y del movimiento histórico que habrá dado coordenadas para esa existencia, también hay una cosa propia que es la consistencia misma del movimiento. No es fácil organizarse en todo el país, en todos los centros, tener la rutina reivindicativa gremial, tener el adiestramiento político, tener los saberes y la capacidad intelectual acumulada que registra un montón de experiencias nuevas y demás.

Veo difícil que aparezca otra cosa de esta corriente subterránea que está surgiendo. Acá hay un diálogo entre dos mundos que están constituidos por lógicas diferentes, en los cuales ingresan muchos estudiantes que impugnan las formas tradicionales de hacer política. La lógica de los partidos políticos, incluso de los marxistas, de los liberales y demás, es una lógica muy fuerte en relación a los valores de la modernidad, y se constituyen las instituciones que surgen primero como modernidad, en cuanto escenario social, grandes partidos nacionales, grandes fábricas, grandes masas, grandes medios de comunicación. Los partidos políticos son parte de ese escenario social y de esa racionalidad, que es la modernidad. La racionalidad cartesiana, más que nada la racionalidad kantiana, hegeliana, e incluso hasta lo que parece contradictorio, el capitalismo y su otro yo, el comunismo, se constituyen en un puente común que es la racionalidad. Uno habla de la racionalidad de la acumulación del capital y tiene filósofos Max Weber, tiene justificaciones, tiene un mundo que se constituye racionalmente alrededor de eso. La impugnación viene por el lado racional también, del capital, por la contradicción y demás, pero todo es un espacio que juega dentro de un mismo piso que es el de la racionalidad. E; otro tema en relación a esta lógica es la Juventud que aparece, que no son los hippies ni son los yuppies; los hippies eran contestarlos, eran inocentes, ingenuos, querían cambiar, se plantearon en contra del consumismo y demás. Los yuppies, como contestación a los hippies, aparecen como movimiento contrario, consumistas. Entraban en la ola de ascenso y prosperidad después de la crisis del capitalismo, con los años prósperos de los 80 y se da la lucha dentro de la racionalidad del capitalismo, donde, por supuesto; hay exclusión. Después se caen los yuppies porque no eran los dueños, eran los gerentes.

Se constituye una nueva generación que tiene algo de los dos: es contestarlo al consumo, pero no tiene la inocencia de los hippies, al contrario, su actitud es cínica, más cruel, más de indiferencia pero no de apatía, indiferencia trabajada. Es la generación de 'hay que vivir con menos", practican el masonerismo económico, cultural, por ejemplo los trabajos que busca la juventud que sigue a los yuppies, son trabajos de mayor rendimiento intelectual del que ellos tienen, entonces antes el trabajo era constitutivo de tu existencia y vos tratabas de progresar en tu trabajo y además en algo que te satisfacía personalmente.

En cambio ahora su existencia personal va por otro lado, me gusta pintar, me gusta la ecología y trabajo para dedicarme a lo que me gusta; tratan de substraerse al consumo pero a su vez están atrapados por el consumo, no están de acuerdo con la sociedad, pero no protestan como los hippies, se resignan y forman un cuadro muy particular y encima llegando a esta situación social de depresión del capitalismo, de peores oportunidades laborales, creo que hay toda una novedad en la aparición social en la aparición simbólica y en la, constitución de nuevos núcleos que interpelan al sistema político pero desde un lugar diferente. Entonces, en los jóvenes que entran a la universidad, están los de esta red' subterránea que no va a ser muy exitosa, pero hay que tener cuidado en analizar a este nuevo escenario social de los jóvenes en un mercado de trabajo deprimido con un espacio cultural distinto, con una lógica muy distinta. Franja Morada, en este sentido, se constituye en una bisagra muy interesante porque son jóvenes y participan mucho de ese mundo como espacio social pero por otro lado, son militantes políticos que pertenecen a una racionalidad que puede ser más comprensiva hacia acá. Lo que creo que no tendrían que hacer nunca es enfrentarlo, creo que tendrían que integrarlo con un diálogo que trabajen mucho sobre los fracasos de la generación anterior, de la generación progresista.

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